
miércoles, 9 de septiembre de 2020
Qué buen Porridge
jueves, 11 de junio de 2020
Papi, ¿puedo sembrar hierba en la casa?
Mi papi, que es un hombre de derecha, un conservador de aquellos, que es una máquina de hacer dinero, que es un judío ex banquero hijo de un judío mercader, jamás se imaginó que tendría un hijo como yo, porque yo soy la antítesis de mi papi, yo soy un marihuanero profesional, soy un artista al que le gustan las fiestas y la vida bohemia.
Yo no quise ser banquero ni ex banquero tampoco, mientras estaba en la universidad San Ignacio, que es una universidad para ricachones de derecha, siempre quise ser lo opuesto a mi papi ya toda mi familia, el dinero y el regentar la empresa familiar nunca me quitaron el sueño, lo que yo quería y quiero y hago es ser un marihuanero, quiero viajar y estar drogado todo el tiempo, a parte de marihuanero también soy pastillero y eso me viene por el lado materno, me encanta ser pastillero, soy un boticario, soy un naturista pero también un pastillero marihuanero y lo único que quiero es no ser como mi papi, un judío de derecha que todos los días habla de dinero.
lunes, 11 de mayo de 2020
Virgilio Laur
Doblando la esquina de la calle Los Acres me encontré con Virgilio Laur mi asistente, mi amigo o mi amiga no sé (mi único amigo). Virgilio era el asistente que cualquier jefe quisiera tener, él manda a lavar mi uniforme, lo recoge y me lo lleva a mi casa todos los días. El muy mariconsuelo estaba de camino a mi casa con lo mismo de siempre: Una botella de mi agua mineral preferida, mi uniforme y una sonrisa de oreja a oreja.
Después de que había estado flipando por lo menos media hora, no se me quitaba la idea, esa idea que trasformaba, esa idea que no me dejaba trabajar tranquilo.
Caminábamos calle abajo hacia el trabajo y de repente veo a Gabrila a lo lejos que venía calle arriba con quien ahora era su nuevo esposo, un tal Benjamín de la Rua, un banquero hijo de banquero y nieto de banqueros. Preferí esquivar la mirada y ponerme atras de Virgilio, mi asistente y mi escondite perfecto en ese momento, para evitar que me viese y que tenga la obligación incómoda de saludarme y yo de saludarla. Ay, Virgilio, qué sería de mí sin tu cuerpo robusto que también sirve de escondite en casos de emergencia o de pánico escénico.
jueves, 2 de mayo de 2019
Un amor sui géneris
S, que con brío y osadía cruzó el Atlántico para acercarse más a mí, a nosotros.
Que con la altísima impavidez, que solo demuestran las mujeres de grandes cualidades afectivas, se enfrentó a un juicio insano e innoble por parte de un puñado mezquino de familiares atosigados por el miedo y dogmatizados por sus verdades absolutas y su relación promiscua con la fe.
Sorteando una especie de guerra familiar entre los Montesco y los Capuleto, cuyo fin era sino el de separarnos.
Verónica, alias útero de mantequilla, quien por muchos años fue una buena persona para mí se ha convertido en el punto de mis bromas y de mis infamias, se ha vuelto insignificante pero no tanto para dejar de mencionarla, alguien que intentó con su vileza y innoble lengua, enlodar mi nombre y mis sentimientos hacia el amor más puro, S.
A punta de paparuchadas y sarandajas intentó menguar mi credibilidad y mi reputación, obteniendo por supuesto cero resultados en su vil intento de opinar basándose en su vida como ejemplo moral y ético.
A pesar de tal altercado poco loable y casi poético con la familia, ella logró emprender el viaje hacia mí, hacia nosotros Y quince horas de travesía cuando se espera el amor no se lo recomiendo a nadie.
Ella, quien controla y encamina mis días, llegó presuntuosa y malhumorada al principado y llegó para arreglarlo todo con la eficacia de los pulidos y experimentados, con el amor de una compañera y con el temple de quien encuentra el amor en alguien muy diferente y poco común.
Recuerdo ese día y lo he agregado a la lista de los mejores días de mi vida, porque volver a pensar en aquel día es volver a sentirse amado a cualquier hora del día
Porque solo ella hace que quiera escribir
Soy, entre otras cosa, una escritora, escribo porque no sé hacer otra cosa, soy un desastre con los negocio y por eso escribo pero escribo cuando puedo porque me da pereza escribir, también me da pereza trabajar, no me gusta trabajar, no me gusta depender de nadie excepto de mi papi, que tiene mucho dinero y me apoya para que siga escribiendo, aunque no está muy de acuerdo con que sea escritora y marihuanera, porque a parte de escritora, soy fumona y pastillera.
Cada mañana al despertar busco la inspiración del día para poder abrir mi computador y también abrir mi mente y poder escribir. Para buscar la inspiración prefiero fumar un porro verde, lleno de marihuana pura, y poder escribir libre. Seré tan libre que mi familia tiene miedo cuando escribo, porque cuando escribo no paro, no tengo temor de el qué dirán, me chupa tres huevos lo que piense mi familia, mi papi y tu puta madre, yo escribo porque es lo único que sé hacer en esta vida, porque soy una treintañera marihuanera y pastillera que odia trabajar y prefiere escribir desde su sofá en el barrio de Escaldes en el Principado.
Además de escribir y fumar y no trabajar, tengo un gusto innato por los vinos. Me he pasado todos los años de mi vida joven y adulta bebiendo vino, porque el vino me encanta y el vino combinado con los porros puros de marihuana y las pastillas me hacen escribir mejor.
He gastado todo mi dinero, que es mucho, en vinos franceses caros y de las mejores cosechas y de las mejores bodegas, porque soy así, me encanta el vino y me ayuda a escribir y si le sumo una buena tajada de queso Brie podría pasar todo el día escribiendo, entre vinos, queso Brie, porros de María puros y pastillas.
miércoles, 14 de diciembre de 2016
Han pasado 2 años 1 mes y 13 días
Te vuelvo a pensar y cuando trato de no hacerlo te veo y te siento en el plano lírico.
No entiendo por qué lo hago y lo siento a pesar de tantos tantos años, doce.
¿Es que acaso al otro lado del mundo sigues siendo inolvidanle como el primer día?
Eres y seguirás siendo la persona por la que más siento en este mundo.
RFNR