domingo, 13 de diciembre de 2020

Religiosa sin serlo

Yo soy agnóstica, no soy religiosa, soy lujuriosa pero no religiosa, soy racional por eso no puedo ser religiosa. Pero me vuelvo religiosa cuando me conviene y depende de la época del año soy más o menos religiosa, por ejemplo cuando mi papi, que es un hombre muy religioso y muy creyente y muy fanático, me escribe me tengo que hacer la religiosa, me hago la religiosa porque quiero seguir recibiendo de su herencia anticipada.

Martina, hija, ¿cuándo vas a ir a la sinagoga?, tienes una sinagoga hermosa justo a lado de tu casa.

Yo no voy a la sinagoga, papi.

Ay, hija, si no vas al templo no podré seguir mandándote tu adelanto de herencia. Tú sabes que yo soy muy generoso pero también hay que ser agradecidos con el Señor, hija. Tú antes eras muy creyente, hijita, ¿qué te ha pasado?, -se lamenta-.

Yo antes era un poco religiosa pero era por conveniencia, cuando quería que me compren algo o cuando quería viajar, por ejemplo. Pero, ahora soy agnóstica y también soy lujuriosa y nunca pienso en ninguna religión porque creo que están creadas para idiotizar al ser humano.

No ha pasado nada, papi, ¿si voy a la sinagoga seguirás adelantándome la herencia?, es que me gusta mucho que me ayudes con ese dinero extra, me viene bien cada fin de mes, miento, porque a parte de agnóstica y convenida soy tacaña, judía y marihuanera.

—No seas interesada hija. Te cuento que voy a mover el dinero que tu abuelo me dejó de herencia, no sé si llevarlo a Lima o ponerlo donde vives tú.

—No sabía nada sobre ese dinero, papi. ¿Es mucho?, ¿lo quieres meter aquí en Andorra? ¡Ni hablar!, estos andorranos son unos ratas, se van a quedar con la plata.

—Por eso eres mi hija favorita, Tina, creo que lo pondré en el BanBif de Lima, el gerente del banco es mi amigo, tu tío Luchito, ¿te acuerdas de él?

Sí, papi, es el papá de Diego, mi ex novio, ¿el tío Luchito no es el que se tiraba a su empleada en la misma casa donde se tiraba a la tía Denisse?, pobre tía Denisse, se quedo loquita y terminó tirándose del puente Villena.

—Tú solo te acuerdas de lo más feo, bueno, él mismo. Esta plata que me dejo tu abuelo, que en paz descanse, la voy a repartir entre mis tres hijos, como otro adelanto de herencia.

—Yo estoy excitada, estoy afiebrada de solo pensar cuánto dinero me tocará y cuánto vino y queso Brie voy a comprar con ese dinero. Papi, ¿cuándo me darás mi parte?, es que con S y Emma estamos pensando de volver a Lima y nos queremos quedar un tiempo por allá.

—Hijita, hay un problema, estoy pensando que no te puedo dar tu parte porque no estás en el camino correcto en este momento. 

—¿Qué quieres que haga para que me inscribas en el libro de la vida y me llueva maná del cielo?

Primero deberías dejar de escribir y fumar marihuana, eso no lo ve con buenos ojos el Señor, Tina.

Pero, a mí me gusta en demasía fumar marihuana, papi, me gustan las drogas y también me gusta escribir y más aun cuando estoy colocada. Pero, si es un requisito dejaré de fumar María y me compraré esas pastillas para dejar de fumar.

Dejar de escribir no puedo, si no escribo me vuelvo loca, si no escribo el vino y el queso Brie se me suben a la cabeza, papi. Voy a terminar como la tía Denisse, la esposa del tío Luchito, que se tiró calata del puente Villena.

Bueno, Tinita, ¿y cómo sé que vas a dejar de fumar marihuana?, siempre me estás mintiendo con el tema ese. Te has enviciado como tu madre.

Te lo juro por Emma y por S también, papi. ¿Algo más?

Sí, hijita, tienes que ir al templo, yo te he criado y educado en la religión judía, hija, tienes que congregar y hacer shabbat y contarle a Emma de dónde venimos y quién nos ha salvado siempre. Y, también tienes que hablar con el rabino Bermegui, es mi amigo y él me dirá si vas o no. ¡Y deja de comer jamón Joselito!, porque yo sé que comes jamón Joselito cuando tomas vino y comes queso Brie.

Ya, papii, lo haré. Y, le enseñaré a Emma nuestras costumbres e iré a la sinagoga también, le diré a S que me acompañe y que se ponga la kipá que le regalaste.

Muy bien hija, pero hay algo más. 

—¿Qué más?

Tienes que decirle a S que se convierta al judaísmo, ya tengo organizado todo, lo haríamos en Israel, más rápido, tengo un primo que es rabino de una yeshivá sefardita y nos hace rapidito el favor. Ese es mi sueño, otro hogar hebreo más en el mundo y así poco a poco repoblar nuestra tierra.

Papi, S no es judío y menos sionista, pero si eso te va a hacer feliz, y a mí, por la herencia, lo vamos a hacer, hoy en el almuerzo se lo voy a plantear y ojalá me diga que sí pero si me dice que no, ¿qué hago? ¿y si no quiere que le corten el pipilín?

Ay, Tinita, por dos millones de dólares seguro que te dice que sí y que se lo corte yo, todavía.




No hay comentarios:

Publicar un comentario